Ethan ve que Lena está cambiando, que se le escapa de los dedos y si no quiere perderla, tendrá que hacer algo.
El Ethan de este libro tiene que ponerse las pilas y empezar a luchar por lo que quiere. Y conforme lo hace va descubriendo que no todo es lo que parece, ni los lugares, ni la gente. La Lena de este libro es distinta, me recuerda a los primeros capítulos del primer libro, en el que todo su ser está sumido en el misterio. Aquí tampoco sabemos lo que está pasando, y tal y como es evidente, no es bueno.
Me sigue maravillando que este libro, tal y como me pasó con el anterior, esté escrito por dos personas distintas. ¿Dónde están los cambios? Dos personas no pueden escribir igual, no pueden tener el mismo punto de vista sobre un personaje, estos viven en la cabeza del escritor.
Quizás la única pega que le encuentro a este libro es que hay demasiados personajes. Llega un punto en el que me lio y ya no sé quién es quién, sobre todo en la parte de la familia de Lena. Y que es largo, muy largo. No se hace pesado, pero si que llega un punto en el que piensas "¿dónde está el dichoso final?", pero eso es más normal cuando lees un libro electrónico, aún no he conseguido tener sensación de avance cuando los leo, en el libro en papel es más fácil, las hojas pasan, un lado aumenta, otro aligera.
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